miércoles, 14 de julio de 2021

Precuela de Sherlock Holmes - El conde

 

En la recopilación de relatos de escritura creativa de CAFE LITERAUTAS de mayo respondimos al reto de narrar una precuela del famoso personaje de Conan Doyle.

Lo que escribo no relata, como se ha hecho usual, una de las hazañas de mi querido Holmes. Aconteció que caminaba distraído contemplando la hilera de tiendas elegantes en Rugby. Doblé por la calle Sheriff y después de la tienda de tabacos y de la pequeña tienda de periódicos, el azar me guio a un anticuario y venta de libros viejos. Buscaba distraído, tan solo para matar el tiempo, y me atrajo el algo deteriorado diario de un niño, exalumno del colegio de la localidad; y por supuesto estaba además a un precio irrisorio. El nombre del niño era Jim Moriarty.

Curiosamente, debido a esa adquisición fortuita, me enteré que en ella mi amigo cursó el último año escolar.

No le había escuchado mencionar esa escuela, pero sí muchas veces, para mi sorpresa, lo recuerdo vociferando, sin un oyente, discrepando con los métodos de enseñanza humanísticos todavía vigentes de la reforma de Thomas Arnold; considerado allí un grande. Ahora lo comprendo. Había acontecido en la escuela a la que asistió.

El refinado diario que adquirí describía un incidente fechado el 15 de enero de 1865. Aludía a la visita de un diplomático italiano, un conde de Milán, para ser más preciso. Estaba escrito su nombre, pero una pequeña mancha de tinta, casi eliminada, no permitía que se leyera en toda su extensión, y aunque me figuro cuales son las dos letras dañadas, por prudencia no lo haré público. El conde habló a los chicos acerca de pequeños detalles de la historia imperial romana.

El diario continuaba diciendo que, finalizada la reunión, el hombre, que era un amante de la música, tocó al violín el Divertimento en Re Mayor de Mozart. Para el final cambió abruptamente e interpretó temas zíngaros, las melodías alegres de esos terribles gitanos húngaros.

El chico había marcado como muy destacada la presentación, describiendo al Conde de esta manera:

«Un caballero de rostro ebúrneo, vestido con levita de cuello ancho y solapas, color azul, casi negra, un llamativo chaleco y un pantalón claro, con un sombrero de copa no demasiado alto. Botas de media caña».

El relato contiene un detalle inusual, al menos para su forma de escribir, según pude observar comparando con el resto del diario. Dice así:

«Sorpresivamente, finalizada la presentación el caballero solicitó autorización a la maestra para hablar unos instantes conmigo y con mi compañero. Comenzó diciendo:

—Vosotros parecéis hermanos y rivalizáis como tales. Ahora para ser admirados por vuestros maestros y por el resto de los alumnos. Intuyo algo extraño, algo oscuro en vuestro actuar que puede convertirse con los años en algo siniestro.

—Pude sondear —dijo Sherlock— que observó el comportamiento del grupo mientras muchos corrían durante el recreo. Cuando comenzó la clase no se presentó de inmediato, sino que continuó atisbando. Entiendo que lo hizo para asimilar nuestra forma de expresarnos, ¿qué lenguaje empleábamos cuando no éramos observados?  ¿Cómo procedíamos?

—No crea que no lo vimos —agregué

—¿Por qué haría eso? Presenté mi pequeña conferencia en latín culto, siguiendo la solicitud del director.

—¿Dedujo lo que nos acaba de decir mientras nos observaba, en el recreo, o durante nuestra entrada al salón? ¿Por qué particularmente a nosotros? —añadí.

—Les he dicho lo necesario, ahora me retiro, debo tomar el próximo tren.

—Puedo ver el billete —preguntó Sherlock— nunca he visto un pasaje de tren hacia Milán.

Cuando el hombre terminó de mostrarle varios billetes, algunos marcados incluso, mi compañero dijo:

—¿Es usted uno de los que están huyendo a América? No simpatiza con la Italia unificada, con Garibaldi o con el rey.

—Voy a América, sí. No sé qué ha visto en mis papeles. No solo no veo futuro en mi país sino en toda Europa. Eres un joven muy observador.

—No será más conde. Esos títulos no existen en América. —Dije— ¿Seguirá a Darwin a las Galápagos?

—Para nada dijo Sherlock. Este hombre va a parar en el Rio de la Plata.

El hombre sacó una pipa bulldog de un estuche finísimo de cuero y cargó el aromático tabaco. Me vinieron unas ganas tremendas de fumar como él. ¡Habrá tantas cosas esperándome cuando crezca!

Creo que Sherlock tenía alguna visión del futuro, que presagiaba hechos determinados; solo así pudo llegar a decir esa última frase. No pude observar nada que delatara esa situación particular del caballero italiano. Y como he escrito tantas veces, en este mismo libro, tenemos la misma capacidad de observación y de deducción. Lo curioso es que para algunos temas él es mejor. Para otros lo soy yo. Y además es un hecho repetitivo. En unos años seré detective, quizá él sea un ladrón a quien deba atrapar. El gran detective Moriarty. Tendré una oficina con una gran chapa de oro en la puerta.

Lo que más me llamó la atención fue lo siguiente: antes de que se retirara Sherlock le dijo algo en secreto. El Conde sonrió. De su maletín tomó el reluciente estuche, lo abrió, observó la pipa unos segundos. Volvió a cerrar el estuche, lo acarició, como si quitara el polvo de ese objeto impecable, limpísimo. El hombre regaló la pipa a mi amigo.

Pienso que las cosas más extrañas e insólitas suelen estar relacionadas a temas sin importancia. Me dijo simplemente que se la había pedido. No le creí. Analizándolo mejor quizá sea la verdad.»

Interesante relato. No quise mostrar el diario a mi amigo Holmes. Es un misterio por qué nos encontramos con maestros casuales a los que se admira u odia por el resto de nuestra vida. Creo que, tal vez sin recordarlo, tanto uno como otro con el tiempo se convirtieron en espejos que reflejan imágenes distintas de este Conde. Hasta he llegado a pensar que lo que había creído antes, acerca de que sus acordes al violín reflejaban ocultos pensamientos, no son más que armonías dispares de la música zíngara del conde.

Guardaré este relato con otros apuntes de mi amigo, quizá reconsidere y lo agregue en alguna de las historias.

Dr J Watson

 

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