Aproveché las horas centrales del día, plenas de sol y calor,
Un tema por demás interesante que siempre me interesó y que realizo cuando pinto sobre un tema religioso. O, siendo más general, también sobre otros temas cuando siento la pintura, cuando la imagino, al estilo de cuando encaro un relato. Luego en ambos casos tanto la pintura como el texto irán tomando vida propia. Es lo que hice con la pintura de Navidad, al situar a la Familia Sagrada en el lugar donde, desde mi ventana, asoma el sol en invierno.
En otra charla el historiador Juan Vergara presentó, con la misma idea, una serie sobre María y Cristo en la edad media.
En una oportunidad, luego de una clase de catequesis, mi esposa dejó sobre el escritorio una serie de dibujos de sus alumnos. La primera imagen que vi mostraba a Jesús crucificado, flotando sobre una ciudad lejana. El cristo se veía casi desde abajo, pero me hizo recordar a la famosa pintura de Dalí. Dije para mi «este chico sí que tiene imaginación». No duró mucho esa idea, los dibujos de los otros chicos eran idénticos. Un simple dibujo de la parte posterior del altar principal de la iglesia de Santa Rosa de Lima, situada en la ciudad de Santa Rosa, Canelones, Uruguay.
Dalí nos muestra a Jesús, sobre la cruz, sin clavos, sin llagas, sin heridas, flotando sobre un lago en el que se ven unos pescadores. La visión surrealista utiliza el supuesto punto de vista del Padre. A diferencia del dibujo mencionado utiliza un punto de vista alineado con el palo mayor de la cruz. Dalí no era, según entiendo, una persona creyente, habría o no leído los Evangelios. Quizá sí, muchas personas, aun ateas leen la Biblia, una gran fuente de sabiduría.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario