jueves, 17 de octubre de 2024

Elecciones nacionales

 

Se aproximaban las elecciones nacionales del 2089. Nunca, salvo la famosa elección del 2024, se había notado un ambiente de tan poco interés. Los lideres de los cinco partidos políticos evitaban argüir, evitaban proponer programas, evitaban las ideas. No se había conseguido lograr que ninguno de ellos participara siquiera de un debate, contra cualquier otro, contra un vice, o contra quien fuera. Conste que el presidente de Argentina se había ofrecido a hacer de sparring y debatir con cualquiera.

1((Se ha quitado la sátira a los partidos políticos ya que se dirige a un lector internacional)

Las encuestas más serias eran las del sordo Gutiérrez, según indica Carmen Rolan en su portal  Hoy.. Su consultora repartía el uno o dos por ciento entre cada partido.

Faltaban dos días para las elecciones y se habían producido largas colas de cinco o seis cuadras cada una frente a los consultorios de los médicos. La población, en su mayoría. argumentaba que iba a estar enferma ese domingo y que por lo tanto necesitaba un certificado justificando que no podía votar. La cola más larga era la formada frente a los consultorios gerontológicos.

La situación se le planteó al presidente del momento quien alegó que no era problema suyo, que a él solo le restaba entregar la banda presidencial. No solo no le importaba a quien, sino que, como presidente, no podía opinar sobre ningún candidato.

Como era de esperarse y a pesar de que la gente votaba desde su casa utilizando su teléfono, los votantes totales no sumaron el diez por ciento. Si repartimos entre cinco tendremos una idea más exacta del apoyo popular.

El presidente no tuvo más remedio que tomar cartas en el asunto, llamó por teléfono a Steve Gates y a Chin Mien To. La respuesta de ambos fue igual, se aconsejaba utilizar el novísimo algoritmo super artificial, no tan inteligente como su predecesor, pero más rápido.

El algoritmo decidió cambiar el sistema de gobierno por uno nuevo que elegiría el pueblo. Aunque el algoritmo tenía un problema, no tenía definido que era el pueblo.

La campaña para educar a los votantes para que pudieran elegir su nuevo sistema de gobierno se realizó rediseñando la historia. Se escribió una breve historia, que mayormente no cambiaba lo ocurrido pero que le quitaba u ocultaba la violencia de otros tiempos.

Las opciones consistían en unos pocos sistemas y, como ejemplo dos representantes por cada uno de ellos

Monarquía: Ramsés II y Carlos V

Monarquía legislativa: Carlos III y Margaret Thatcher

Sistema Feudal: Charlton Heston y Andrade el Malo

Comunismo: Ho Chi Min y Putin

Democracia de Pericles

Emperadores: César Augusto y Napoleón.

 

Se envió el documento a los móviles de todos los ciudadanos legales e ilegales. La mayoría estaba muy entusiasmada, tendrían por fin algo diferente a los políticos que gobiernan para ellos, que se fijan sus sueldos, sus jubilaciones etc, etc, etc, etc. La mayoría se inclinaba por que el presidente fuera Napoleón, mientras que otros creían que el tal Pericles debería ser un tipo con mucha experiencia.

Llegó el día de la elección. Todos deberían votar a través del teléfono en el mismo momento para evitar influencias de unos sobre otros.

El Super Algoritmo estableció un tiempo máximo para votar, contado a partir del momento en que el gobierno activaba la aplicación para votar: quinientos microsegundos.

El resultado fue peor que el anterior, no hubo ningún voto.

Siendo así, el presidente expulsó al Super Algoritmo, envío sendas cartas de protesta tanto a Steve Gates como a Chin Mien To. Luego decidió, que cualquiera que hubiera sido el número de votos en la primera elección, el que había obtenido la mayor cantidad sería el presidente.

No contaba con que, transcurrido tanto tiempo, y para no dejar esos bochornosos antecedentes en la historia del país, todos los datos de la elección habían sido borrados.

El presidente, al que podría tachársele de irresponsable y de muchas cosas peores, obviamente no podía tachársele de tonto.

Fue a su oficina, escribió cinco números que rondaban entre el uno y dos porciento de la cantidad de votantes. Los dibujó con tiza en el piso. Luego estampó los nombres de los antiguos candidatos en cinco naipes y los arrojó al aire. A continuación asignó a cada candidato el número que había quedado más cerca. Uno de los naipes contenía un nombre que no le agradaba, lo cambió de lugar acercándolo al número inferior.

Salió de su escritorio y a viva voz anunció que él había mantenido una copia de los resultados en su ordenador. Anunció entonces al nuevo presidente, al cual, como era su deber, debería entregar la banda presidencial.



 

 

jueves, 10 de octubre de 2024

GUION

 En una entrevista el guionista español Rafael Azcona dijo que las películas no hay que verlas cuando salen, sino cuando uno tiene la edad para verlas. Están vinculadas a cosas que te preocupan en determinadas épocas, agregó. 


En los Oscar de 1990 se habló mucho de la película Manejando a mis Daisy. (Manejando, no conduciendo...). No quise verla. No era para mí. Como hice con tantas películas.

Ayer la vi por primera vez. Por supuesto que hay muchas películas que he visto varias veces. Medianoche en París, Gattaca, entre otras. 

Morgan Freeman creo que se ha vuelto más conocido en los últimos tiempos (son solo 34 años....)

Puede que cuando salió tuviera otro mensaje. Hoy me pareció ¡tan pacífica!

Me ha pasado lo mismo con otras películas. Escuchar la entrevista a Azcona en el Master de USAL y ver la película. Interesante confirmación de lo expresado por el guinista.




CONCURSO AUDE POESÍA

 El poema Cuadro verde fue inspirado en la obra del pintor surrealista René Magritte. Obtuvo la quinta menció en el concurso de poesía 80 An...

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